Apocalipsis Island, de Vicente Garcia ( Por Dustin Dewin )

Saludos cachocarnes. Vuestro demonio favorito vuelve a las andadas para presentar un libro que tendría que estar antes o después en las bibliotecas personales de todo buen zombiéfilo, "Apocalipsis Island", de Vicente García.

Bien es cierto que, cuando oí hablar de ella por primera vez, fui algo escéptico. ¿Escrita por un jefazo de la editorial que publica el propio libro? Algo parecía oler a cuerno quemado, y no era yo. Y más si tenemos en cuenta que Dolmen ahora ha sacado una línea de Zombies (muy buena, por cierto), y que el género está al alza. En buenos casos, como el de los Caminantes, y en otros no tanto. No voy a dar nombres, que mis buenos apaños me he tenido que hacer en la cabeza para no recordarlos.

Como decía, tenía en mente la idea de que Vicente iba a aprovechar el tirón endilgarnos un título que en otro momento pudiera haber pasado sin pena ni gloria. Pero, gracias al de Arriba, no ha sido así. AI (para acortar y quedar cool, o sea) es una novela que me ha dejado buenas sensaciones (warning, el libro que leí anteriormente fue mucho peor, lo cual la idea del buenrollismo puede estar sujeta a ello).

Aunque tal vez la figura del personaje principal sea un tanto rebuscada, y alguna de las situaciones también... sí logra meterte de lleno en la acción, y hacerte disfrutar del libro página tras página.

Entrando más en harina, en menos de veinticinco líneas te da las pinceladas básicas para saber qué pasó en su día, y cómo está el mundo ahora, con algunos extras a lo largo de los primeros capítulos con los que terminar de situar el ambiente.

¿Y con qué nos encontramos? Paradójicamente, en una realidad en el que, casi a diferencia de lo que hemos visto hasta ahora, donde todos los países del Primer Zombie caían uno tras otro y sólo sobrevivían algunas zonas subdesarrolladas, es el mundo civilizado el que ha sobrevivido a la plaga zombie, sacrificando gran parte de las libertades por un mayor control y seguridad. En teoría.

Asistimos también al hecho de la "normalización" del fenómeno zombie, si es que puede existir tal concepto. Los humanos, como seres inferiores que sois, vuelven a demostrar su idiocia y son capaces de, al acostumbrarse a la existencia de los muertos andantes como algo cotidiano, borrar de sus cabezas el miedo y reemplazarlo por la inconsciencia, llegando a extremos tales como meter zombies en un zoo para divertimento del personal.

¿Y qué es lo que pasa? Pues lo que tiene que pasar. Que al final hay un estallido zombie en Mallorca, en uno de los peores momentos posibles (la cabalgata de Reyes) y la gente no está mínimamente preparada para escapar, ni sobrevivir. A esa mezcla le sumas un Ejército que misteriosamente desaparece en lugar de enfrentarse a la amenaza, y ya tienes el cóctel listo para tomar.

Sin meternos con spoilers, ni destripar situaciones, se tocan ciertos temas relacionados con lo que puede denominarse "filosofía zombie" que a todo buen aficionado del género le pueden llegar a gustar. Los tan famosos "qué pasaría si..." aparecen varias veces. Desde las vías de contagio, tipos, etc, hasta el manido "los zombies flotan o se hunden".

En cuanto a temas estilísticos, el juego que hace de flashbacks cuando nos presenta nuevos acontecimientos, que hacen que nos sitúe mejor la acción, le da un enfoque no muy habitual a la novela y que la dinamiza notablemente. No va a "saltos", contándote distintos puntos de vista que en principio no tienen mucho que ver. No. Aquí te sigue un hilo de acción, y cuando te presenta un acontecimiento nuevo que es interesante conocer, rebobina la trama hasta el punto de la acción, casi a modo de vaivén, pero sin dejar en ningún momento el regusto a "un pegote tras otro".

Otro punto a destacar es el humor negro que se destila en cada una de las situaciones en las que te encuentras. Desde el incidente con la vecina, a la escena de la comunidad, te vas topando con una serie de escenas que, por hache o por b, Vicente ha decidido narrar con un punto de mala baba que, como valoración personal, le añade unos cuantos puntos.

Hasta aquí parece que todo ha sido un camino de rosas. Ahora toca el turno de las espinas.

Por una parte, tenemos a los mismos protagonistas principales. Marc es, en teoría, un investigador famosísimo (y con dinero, y con una mansión apartada, y...) que lleva años estudiando la plaga Z, y su compañero Tony no es que sea un hacha en el tema, pero parece conocer bastante el asunto. Sin embargo, a lo largo de las páginas de la novela, tenemos a Tony convertido en casi casi un superhombre, que es capaz de correr a lo largo de toda una ciudad perseguido por una horda sin casi despeinarse, para luego caer cada dos por tres fruto de la ley de Murphy en las situaciones más insospechadas. Y olvidemos cierta situación con la pértiga. Cuanto más pienso en ello, menos me gusta. Así que no ha existido. No. Ha. Existido.

Marc, por su parte, tan buen conocedor de las técnicas de supervivencia en un ataque Z al, en teoría, haber investigado tan bien a los zombies, a la hora de la verdad, parece no ser capaz de hacer la o con un canuto. Es cierto que hay que poner en apuros a los personajes, pero con estos dos se ha llegado al extremo de tener gente sobradamente preparada, que está a punto de caer fulminados cada dos por tres por situaciones absurdas. ¿Alguien ha dicho Max Powers?

Al margen de los personajes y la imperante ley de Murphy y salvaciones milagrosas, también he podido encontrarme con situaciones que le hacen un flaco favor a la novela, sobre todo la del mar. Siento decirlo tan claramente, pero no hay por dónde cogerla. Y lo mismo puede decirse para la otra escena "acuática", y de otras perlas que pueden hacerle a uno levantar una ceja y decir "¿Qué?"

¿Por qué entonces puedo decir que me ha gustado tanto? Bien, reconozco que en un primer momento, en caliente, la sensación que tuve fue más dulce que la que tengo ahora que he dejado reposar el relato un tiempo (tal vez demasiado). No obstante, sigo diciendo que, como planteamiento, no está nada mal. Me explico:

A pesar de que las situaciones vividas por los personajes principales sean un poco exageradas, y que las casualidades improbables, tanto para bien como para mal, se sucedan continuamente (al menos no se les cayó el Meteosat), el estilo del escritor se hace muy llevadero, y te sumerge en la acción.

Cuando en lugar de prestar atención a los personajes, te fijas en las situaciones, en cómo está Mallorca durante la infección, o cómo cae la isla, a pesar de, en teoría, estar preparada para el asalto, en cómo te va describiendo los acontecimientos y el qué ha ocurrido, y cuándo, y cómo, y el porqué a lo largo de los distintos flashbacks, toda esa sensación de irrealidad se difumina en gran medida (no, no me olvido que hablamos de una novela de zombies), quedando un resultado más que potable.

"Warning. Intrude Alert". Esto es prácticamente un spoiler, pero qué se le va a hacer. A pesar de que la trama se cierra, quedan unos cuantos hilos sueltos. No es un caso tan flagrante como el de dejar un final abierto con las cosas en el aire, pero aviso de antemano que se deja pie para las continuaciones. Una pentalogía, si todo va bien.

¿Si la recomiendo? Sí. Ya en frío, sigo con la idea de que el relato, pese a todo, cuenta una historia interesante. Que ciertas escenas estén cogidas con pinzas, o casi haya que olvidarlas directamente, no quita para que la trama sea bastante consistente, y muy amena y fácil de seguir. Veremos con las continuaciones, que yo, por el momento, y si mantiene el listón, conseguiré.

Apocalipsis Island

Vicente García

Editorial: Dolmen

ISBN: 8493754404-9788493754402

Páginas: 272

PVP: 16,95 €